El intendente de Ullum, David Domínguez, ha quedado en el centro de la polémica por su cambio de postura frente al desarrollo de la minería y su negativa anterior a impulsar la adhesión de su departamento al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Mientras que hace unos meses calificaba como un «sin sentido» aprobar dicha adhesión, ahora promueve activamente mesas de trabajo para avanzar con el proyecto minero Hualilán. Una actitud que no es nueva en los intendentes del PJ, ya que el jefe comunal de Jáchal Matías Espejo hizo lo mismo, básicamente por responder al pedido del senador Sergio Uñac.
Domínguez, alfil uñaquista por excelencia, había descartado la idea de que Ullum adhiera al RIGI, argumentando que no era necesario debido a que la norma ya estaba sancionada a nivel nacional y avalada por la provincia. Sin embargo, su posición resulta contradictoria al convocar recientemente a las fuerzas vivas del departamento para desarrollar una Mesa Minera enfocada en el proyecto aurífero Hualilán, al que ya se le otorgó la Declaración de Impacto Ambiental en octubre de 2024.
La situación inicial había llamado la atención, teniendo en cuenta la alta dependencia de los habitantes departamentales al trabajo estatal y la falta de oportunidades que tienen de conseguir un puesto laboral en el sector privado. Más aún teniendo en cuenta los salarios que representa el sector minero.
Ahora, en contraposición a lo dicho inicialmente, respecto del RIGI, el jefe departamental encabezó reuniones con el sector y subrayó que la minería debe representar una oportunidad para la comunidad local. Ena oportunidad se debatieron aspectos como la generación de empleo calificado, el impulso a proveedores locales y la mejora en áreas como infraestructura, educación y turismo. La nueva postura de Domínguez contrasta con su falta de interés en apoyar herramientas como el RIGI, diseñadas precisamente para potenciar las grandes inversiones y maximizar sus beneficios.
Tal es la contradicción del ullumero, que en la segunda reunión de la Mesa Minera, realizada recientemente, incluso planteó como prioridad conocer los planes de la empresa Golden Mining, responsable del proyecto, y abrir diálogos con la Cámara Minera de la provincia. Entonces, queda la pregunta: ¿por qué el intendente se niega a adherir al régimen nacional que facilitaría una mayor competitividad y respaldo para inversiones como la de Hualilán? Otra vez son evidentes en el Justicialismo que las cuestiones políticas se erigen por encima de los intereses del pueblo que lo eligió para representarlos.
La aparente contradicción de Domínguez genera críticas y sospechas entre vecinos y dirigentes locales. Es que mientras promueve el desarrollo minero, se negó a contar con el marco que brindaría el RIGI. Por ello cabe preguntarse si su estrategia contradictoria responde a intereses políticos o está relacionada con una visión poco clara sobre las prioridades del departamento.
Por ahora, el proyecto Hualilán avanza en el departamento de Ullum, pero la postura ambivalente del intendente deja en evidencia una gestión que, para muchos, por estás incoherencias pone en riesgo los intereses de la comunidad que lo eligió para que los defienda.
