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Histórica caída en la vendimia: San Juan cosechó apenas 365 millones de kilos de uva

La vendimia 2025 pasará a la historia como una de las más flojas en más de siete décadas. San Juan logró recolectar 365.595.653 kilos de uva, registrando una caída del 11% respecto a 2024 y del 5% frente a 2023, que hasta ahora había sido el peor año.

Productores vitivinícolas explicaron que una combinación de factores climáticos —peronóspora, granizo, lobesia botrana y olas de calor intensas— afectó gravemente el rendimiento. Aunque todavía quedan algunos trabajos de recolección, las cifras no cambiarán sustancialmente y ya hay preocupación por el impacto que esto tendrá a futuro.

Datos oficiales del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) indican que, mientras Mendoza logró una leve mejora en su producción, San Juan volvió a retroceder, lejos de los 410 millones de kilos de 2024 o los 686 millones alcanzados en 2018, el mejor año de la última década.

La temporada arrancó mal, con brotes de peronóspora en un momento atípico, justo cuando el fruto empezaba a desarrollarse. Esta enfermedad, causada por un hongo, suele ser rara en verano, pero las temperaturas templadas persistentes favorecieron su expansión. Luego llegaron las olas de calor tardías, que deshidrataron las uvas, les hicieron perder peso y provocaron que muchas cosechas se adelantaran. A esto se sumaron tormentas de granizo y lluvias en marzo, cuando las plantas ya estaban maduras.

Precios estancados y preocupación en el sector

Pese a la baja en la producción, los viñateros advirtieron que no hubo mejoras en el precio del kilo de uva. La mayoría de las bodegas sigue pagando alrededor de 200 pesos, similar al valor del año pasado. Entre los factores que explican esta situación, los referentes del sector mencionan la sobreoferta de vinos almacenados y la pérdida de competitividad por el tipo de cambio.

Desde las asociaciones de productores alertaron que este escenario complica aún más la recuperación de la actividad. Con precios deprimidos y pérdidas económicas, muchos viñateros podrían tener dificultades para invertir en tratamientos contra enfermedades como la peronóspora, lo que pondría en riesgo la próxima cosecha.

Además, advierten que la industria local continúa reduciéndose: San Juan, que llegó a representar el 25% de la producción vitivinícola nacional, hoy apenas ronda el 10%. También temen un impacto en el empleo rural, donde se estima que cerca de 40.000 puestos podrían verse afectados si no se logra revertir la situación.