En tiempos donde muchos eligen el grito antes que la gestión, el gobernador Marcelo Orrego vuelve a demostrar que el camino para defender a San Juan no es el berrinche, sino el trabajo serio y articulado.
Esta semana, Orrego firmó el reclamo federal que varios gobernadores elevaron para exigir una distribución más justa de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). Un planteo firme, claro y necesario: San Juan viene recibiendo menos plata que otras provincias, muy por debajo del promedio nacional. Es decir, menos recursos para salud, educación, obra pública y servicios esenciales.
Pero lo interesante no es solo la queja —que sería válida por sí sola—, sino cómo la hace. Orrego no sale a victimizarse, ni a culpar a todos por los problemas. Tampoco lanza comunicados altisonantes ni apela al discurso fácil de “nos están discriminando”. Hace lo que tiene que hacer un gobernador: se sienta, firma, coordina con otros mandatarios y reclama con argumentos y seriedad.
La última actualización de fondos nacionales mostró que San Juan volvió a quedar relegada en la distribución. Y pese a ese panorama complejo, la provincia no se detuvo: reactivó obras, puso en marcha el boleto estudiantil gratuito, avanzó con medidas para fomentar el empleo, y sigue manteniendo el equilibrio fiscal. Todo con mucho menos de lo que debería recibir.
¿Cómo lo hace? Con orden, eficiencia y sin show. Mientras tanto, hay sectores políticos que aún no salen del discurso opositor cómodo: critican todo, pero no proponen nada. Y cuando les tocó gobernar, prefirieron el silencio ante Nación, aún cuando San Juan también era perjudicada.
Hoy el contraste es evidente: Orrego gestiona, otros se quejan. Y eso, en la práctica, se nota. No solo en los números, sino también en el respeto que la provincia se va ganando en cada mesa de discusión nacional.
Porque San Juan necesita algo más que frases para la tribuna. Necesita resultados. Y por más que duela a algunos, eso es lo que está consiguiendo este gobierno.