Mientras hablan de “la casta” y juran ser distintos, los libertarios en San Juan ya parecen el viejo peronismo en su versión más desordenada.
Por un lado, dos nuevos partidos de tinte liberal están haciendo fila para conseguir su personería y participar en las próximas elecciones. Más sellos, más nombres, más dirigentes diciendo que son “los verdaderos liberales” y que representan la pureza del ideario.
Por otro lado, José Peluc —diputado nacional de La Libertad Avanza— no se queda quieto: ya está capacitando a sus fiscales y armando su tropa, como buen veterano de la política que es. Dice que así van a “cuidar los votos”, pero también deja claro que su sello será el que ordene todo. O eso cree él.
Porque en el fondo, la gran bandera anti-casta se les está pinchando con internas propias. Cada partido liberal o libertario quiere diferenciarse del otro, marcar territorio, tener candidatos propios. Y eso, en un escenario electoral con tercios y sin Milei en la boleta, les puede costar carísimo.
Hoy se muestran como el cambio, pero en los hechos ya copian las peores mañas: egos, fragmentación, operaciones y promesas de “unidad” que duran menos que un tweet. Si siguen sumando sellos y dividiéndose en líneas, van a terminar como el PJ: todos hablando de unidad y peleándose por los lugares en la lista.
Al final, el votante sanjuanino no es tonto. Va a mirar quién realmente puede construir algo sólido, serio y coherente. Porque para marketing ya hay suficiente. Y para internas, ya tenemos experiencia de sobra.
