La situación judicial de los tres policías acusados de cometer apremios ilegales en la Comisaría 6ta de Rawson podría complicarse aún más en los próximos días. Según confirmaron fuentes judiciales, el Ministerio Público Fiscal prevé ampliar la imputación contra los efectivos y atribuirles dos nuevos delitos: privación ilegítima de la libertad y falsificación de documento público.
Se trata del oficial subayudante Cristian Aciar y los agentes Gabriel Mariño y Alejandro González, quienes ya están procesados por vejaciones y apremios ilegales en concurso ideal con lesiones graves, agravadas por su condición de funcionarios públicos. Actualmente cumplen prisión preventiva.
El nuevo giro en la causa se daría en la próxima audiencia de ampliación del objeto de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), impulsada por el fiscal Iván Grassi y su equipo. Según la pesquisa, los uniformados habrían falseado lo ocurrido en el libro de actas de la seccional. Allí dejaron asentado que la víctima, un albañil de apellido Morales, resultó herido en el marco de una gresca, argumento que sirvió como justificación para su detención.
Sin embargo, las pruebas recolectadas indicarían que Morales fue detenido sin orden judicial ni causa legal y que, además, sufrió una brutal agresión mientras se encontraba bajo custodia. El hecho ocurrió cuando el hombre se habría negado a quitarse la ropa durante una requisa, momento en el cual —según los testimonios— recibió golpes de puño y fue arrojado contra una pared por al menos dos de los policías implicados.
Horas después, su familia lo encontró con convulsiones y signos de trauma en la cabeza. Fue trasladado de urgencia al Hospital Guillermo Rawson, donde ingresó con fractura de cráneo, hemorragia interna y debió ser intervenido quirúrgicamente.
La denuncia fue realizada por sus allegados y uno de sus amigos, quien había estado detenido junto a él esa noche y fue liberado a la mañana siguiente. Su testimonio fue clave para iniciar la causa que derivó en la detención de los tres policías de la comisaría de Rawson.
Con el avance de la investigación y la incorporación de nuevos elementos, la fiscalía se prepara para sostener que los implicados no sólo incurrieron en violencia institucional, sino también en el encubrimiento de los hechos y la detención arbitraria del denunciante
