Inclusión real, en todos los ámbitos. Esa parece ser la premisa detrás del programa “Trabajando Sueños”, una iniciativa que promueve la inserción laboral de personas con discapacidad y que cuenta con un fuerte respaldo del Estado provincial.
Desde su creación, el programa fue pensado y ejecutado desde una dependencia pública, y hoy su implementación involucra directamente a diferentes áreas del gobierno. Uno de los pilares es el subsidio que reciben los participantes, financiado con fondos de la Dirección de Personas con Discapacidad. El monto es igual para todos los beneficiarios, y los primeros pagos ya fueron realizados.
Pero el compromiso no se queda ahí. Algunas reparticiones estatales ya sumaron a personas del programa en sus equipos. Entre ellas, la Dirección de Gobierno Digital del Ministerio de Economía y la Secretaría de Turismo. Además, otras áreas están evaluando incorporaciones en el corto plazo.
Otro paso clave fue el acuerdo entre los ministerios de Familia y Desarrollo Humano y de Turismo, Cultura y Deporte, que garantiza la participación de personas con discapacidad en eventos organizados o apoyados por el Estado. Un ejemplo concreto fue el Ironman 70.3 San Juan, que se realizó en abril: por primera vez en la historia del evento —según la World Triathlon Corporation— se contrató formalmente a personas con discapacidad para tareas de asistencia, recepción y orientación, con una remuneración basada en la tarifa horaria de ARCA.
También hay participación en espacios recreativos. Durante las colonias de verano del Ministerio de Familia, se incorporaron como monitores a jóvenes con discapacidad. Una de ellas fue Laura Santana, con Síndrome de Down, quien dio clases de Zumba a diferentes grupos.
Este tipo de acciones, más allá del marco del programa, buscan generar oportunidades reales y sostenidas para que cada vez más personas con discapacidad accedan a trabajos remunerados, en espacios públicos y privados.
