Abel Chiconi dice representar a La Libertad Avanza en San Juan, pero cada vez que hay un problema, desaparece. Mientras Javier Milei y su hermana Karina reparten internas, y José Luis Espert enfrenta denuncias por financiamiento sospechoso, el referente local prefiere el silencio absoluto.
Chiconi forma parte de ese mismo equipo nacional que vive entre el escándalo y la improvisación. Sin embargo, cuando los sanjuaninos esperan respuestas, él se borra del territorio, no da la cara y evita los medios. Ni una palabra sobre los recortes, ni una propuesta concreta sobre cómo resolver los problemas reales de la provincia.
El “cambio” que prometen se convirtió en un vacío: dirigentes que hablan de libertad pero se encierran en el silencio cuando hay que rendir cuentas. La Libertad Avanza, pero Chiconi se esconde. Y mientras tanto, San Juan sigue esperando algo más que frases hechas y ausencias estratégicas.
Porque para representar a una provincia no alcanza con sacarse fotos con Milei o repetir consignas libertarias. Hace falta estar, escuchar, gestionar y responder. Y eso, hasta ahora, Chiconi no lo hizo nunca.