Lundin Mining, una de las grandes jugadoras de la minería global, presentó un nuevo plan de crecimiento con el que espera posicionarse entre los diez principales productores de cobre del mundo. La estrategia contempla tanto la optimización de operaciones en curso como el desarrollo del distrito Vicuña, una iniciativa binacional que incluye yacimientos ubicados en San Juan (Argentina) y el norte de Chile.
El proyecto fue detallado durante el Capital Markets Day de la empresa y fue calificado por su CEO, Jack Lundin, como el inicio de una “nueva etapa de expansión”. La hoja de ruta incluye mejoras de bajo costo en sitios ya operativos como Candelaria, Caserones (ambos en Chile) y Chapada (en Brasil), con el objetivo de aumentar la producción anual en 30.000 a 40.000 toneladas de cobre en el mediano plazo.
En el centro del plan está Vicuña, un distrito minero que reúne algunos de los recursos de cobre, oro y plata más relevantes del planeta. Allí se integran los proyectos Josemaría y Filo del Sol, compartidos con otras empresas y todavía en etapa de desarrollo. Lundin prevé que el estudio conjunto de viabilidad esté listo para el primer trimestre de 2026.
Además, la compañía avanza con proyectos puntuales: en Candelaria planean rediseñar la expansión subterránea para sumar unas 14.000 toneladas de cobre anuales; en Caserones evalúan mejoras en el proceso de lixiviación; y en Chapada ya trabajan en la futura apertura del yacimiento Saúva, que aportaría entre 15.000 y 20.000 toneladas de cobre al año, más hasta 60.000 onzas de oro. También continúan las exploraciones en Estados Unidos.
Lundin proyecta ingresos anuales de unos 3.700 millones de dólares en 2025, con un flujo de caja libre estimado en 800 millones. Entre 2025 y 2029 espera generar más de 8.000 millones en ganancias operativas.
Con este plan, la minera busca no solo aumentar su producción, sino también fortalecer su presencia en América Latina y avanzar en un proyecto que puede cambiar el mapa minero de la región.