Este año, el operativo para frenar el avance de la polilla de la vid en San Juan se llevará adelante únicamente con financiamiento provincial. La campaña, destinada a combatir la lobesia botrana —una plaga que afecta seriamente a los viñedos—, incluirá tratamientos aéreos tradicionales y aplicaciones selectivas con drones.
Desde el Ministerio de Producción indicaron que aún están delineando el presupuesto total de la campaña, que arrancará más cerca de la fecha clave para atacar la plaga: su primer ciclo reproductivo. El uso de aeronaves y drones permitirá cubrir hasta 25.000 hectáreas en zonas sensibles. Según las estimaciones preliminares, entre un 30% y un 40% de las aplicaciones se harán con aviones, y el resto con drones, aprovechando tecnología ya utilizada en 2024.
El secretario de Agricultura, Miguel Moreno, señaló que se busca optimizar los recursos ante la falta de financiamiento nacional, ya que el programa federal para combatir esta plaga fue dado de baja. En 2024, la provincia logró sostener el control con ahorros de campañas anteriores, pero este año el desafío será cubrir todos los costos sin apoyo externo.
En paralelo, continuará la línea de créditos blandos destinada a los productores para que puedan hacer sus propios tratamientos intrafinca, tanto con feromonas como con insecticidas. En la temporada pasada, esta herramienta tuvo escasa adhesión, a pesar de los beneficios que ofrecía.
Desde el área de Sanidad Vegetal también recordaron que menos del 30% de los productores realiza fumigaciones dentro de sus fincas, lo que compromete el control general de la plaga. Por eso, además de las aplicaciones aéreas, insisten en la necesidad de una participación más activa del sector privado.
Finalmente, la provincia sigue apostando a la investigación en su Bioplanta, donde se desarrollan soluciones biotecnológicas para diversas plagas agrícolas. Allí trabajan en alternativas preventivas y control biológico, no sólo para la vid sino también para otros cultivos clave en la región.
