“La situación de los jubilados no da para más” dijo el ex intendente de San Martín Cristian Andino, mientras respaldaba el paro del jueves 10 de abril en todo el país. El mismo Andino que recordaba sus inicios como jornalero, ayudándole a su padre en la cosecha, y que años más tarde se convertiría en el jefe comunal más joven del país. Ese mismo que hoy se enternece por los jubilados, y que a su vez responde al senador Sergio Uñac, que desde esta semana cobra un sueldo de 9 millones de pesos mensuales. Claro está que la comparación entre un sueldo y el otro ni lo moviliza tanto y lo expresa menos. Como tampoco se refiere al salario que hoy percibe como asesor del exgobernador en la Cámara alta, en donde figura como categoría A1, con un sueldo que roza los 2 millones de pesos.
Su pasado como candidato a vicegobernador de los hermanos Uñac, en primera instancia de Sergio, hasta que la Justicia le cerró la puerta en la cara y luego de Rubén, cuando no quedó “otra alternativa de confianza” en el tablero del PJ para el actual senador, le valió que hoy sea una ficha puesta para la lista de candidatos para las Legislativas. Aunque esa cercanía le juega en contra desde el mismo partido, lugar de donde recibe palos por no ser un paladar negro Justicialista. Propios y ajenos le recuerdan su pasado con el Bloquismo y luego con su partido propio que terminó siendo un socio político del giojismo y más tarde del uñaquismo.
La condición resbaladiza de Andino parece ser algo heredado del exgobernador y aunque es difícil ubicarlo de un lado o del otro del PJ, termina siempre siendo leal al Kirchnerismo. Pese a sus idas y vueltas, en reiteradas oportunidades demostró que termina respondiendo a Cristina Fernández de Kirchner a los fines de lograr hacer pie en algún cargo. Tal como lo hizo Sergio Uñac cuando le dio la espalada a Ricardo Quintela (La Rioja) para que fuera Cristina la que liderara al PJ en 2024. Así como luego de esta jugada, fue el propio sanmartiniano el que salió a defender a la figura de la ex presidenta y ex vicepresidenta y la erigió como la más representativa del PJ.
Andino, es el mismo que asegura que aprendió de la cultura del trabajo de su padre y que hoy pide pista para las elecciones de medio término, mostrándose independiente, pero siempre cercano tanto al uñaquismo, como al kirchnerismo. El sanmartiniano es también el que pide a la gente un voto de confianza y que descansa en que así será, cuando ya las urnas le dijeron que no en el 2023. ¿Puede ser que fuera porque Rubén Uñac era un lastre? ¿Será de la mano del otro Uñac como llegará nuevamente a ocupar un cargo público? Lo que es seguro es que lo hará sin cambios y con camuflaje para la ocasión, ¿es Cristian Andino a quien Mauricio Ibarra hace referencia cuando dice que quienes quieren ser candidatos son más de lo mismo? ¿Cuál es la verdadera cara del sanmartiniano? Está claro que tiene capacidad de adaptación, para quedar siempre a mano de un espacio de poder.