Cristian Andino encontró la manera más moderna de hacer campaña: una entrevista con una periodista creada por inteligencia artificial. Nada de periodistas locales, nada de preguntas incómodas, nada de contacto con la realidad sanjuanina. Un set virtual, una IA con look ruso, y un Andino listo para contar lo que quiere sin interrupciones.
El detalle no es menor: no representa a ninguna periodista sanjuanina, no tiene nada que ver con el tono o la identidad local. Es un modelo importado de internet, tan artificial como la idea de que esto sea periodismo real. ¿De qué sirve semejante puesta en escena si lo que menos tiene es vínculo con la gente de San Juan?
Pero el problema de Andino no es solo la forma: es el contenido. Porque más allá de las luces, el croma y la IA, no hay gestión que mostrar. Su rol como asesor de Sergio Uñac en el Senado es casi invisible. Nadie sabe bien qué hace. No hay proyectos. No hay defensas de San Juan en Buenos Aires. No hay nada.
Lo que sí hay es campaña, y cada vez más evidente. Esta entrevista de cartón es apenas un paso más en la construcción de su candidatura a diputado nacional para octubre. Pero con una curiosidad: no habla de los problemas reales de la provincia, no propone soluciones concretas, no rinde cuentas de su trabajo. Solo busca sumar minutos de exposición, aunque sea entrevistándose con un bot.
Mientras tanto, la gente de San Juan sigue esperando algo más. Un dirigente que sepa responder preguntas reales. Que conozca los barrios, las necesidades, los reclamos. Que sepa qué pasa con la obra pública, con el empleo, con la seguridad. Pero parece que Andino prefiere la comodidad de un estudio frío, un guion aprobado y una entrevistadora que jamás le va a retrucar.
Campaña hay. Gestión, muy poca. Contacto con la realidad, menos todavía. Porque si lo único que tiene para mostrar es un video con IA, queda claro que el único modelo que funciona bien en su equipo… es el virtual.