Ayer hubo elecciones en Buenos Aires. Ganó Fuerza Patria. Y los primeros en festejar no fueron los bonaerenses, sino los referentes de Fuerza San Juan. Cristian Andino, candidato a diputado nacional, y Sergio Uñac, exgobernador, corrieron a las redes para aplaudir el triunfo K en la Capital.
Lo curioso es que cuando se trata de San Juan, los mensajes no son tan rápidos ni tan entusiastas. Parece que la brújula política de ambos siempre apunta al Obelisco, nunca al Cerro de la Gloria.
Cristian Andino se disfraza de moderado, pero en cada gesto se le nota la camiseta kirchnerista debajo del saco. Su candidatura es apenas la franquicia local de un proyecto armado en Buenos Aires, pensado en Buenos Aires y celebrado en Buenos Aires.
Uñac, por su parte, sigue confirmando que su obsesión es estar en la mesa de los grandes del peronismo K, aunque eso signifique dejar a San Juan en el banquillo de suplentes. Ni una autocrítica, ni una propuesta, ni una palabra sobre los problemas reales de la provincia. Solo aplausos hacia afuera, silencio hacia adentro.
La pregunta es simple: ¿qué tiene de bueno para San Juan que Andino y Uñac sean más hinchas de la política porteña que defensores de nuestra provincia? Si su prioridad es Buenos Aires, lo lógico sería que se postulen allá.
Pero claro, acá siguen buscando votos mientras miran hacia otro lado. Y cuando llegue el momento de decidir en el Congreso, ¿alguien duda de a quién le van a responder primero?