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Published on: Editoriales

Cuando el diálogo molesta más que el resultado

En San Juan, una foto bastó para incomodar al peronismo. La de Walberto Allende, diputado nacional de Unión por la Patria y hombre del uñaquismo, junto al vicegobernador Fabián Martín, la diputada Nancy Picón y los jefes de bloque de la Legislatura provincial, reunidos para defender la adhesión de San Juan al régimen de Zona Fría, un beneficio que alcanza a más de 122.000 usuarios.

La reunión tuvo un objetivo concreto: evitar que Nación elimine un régimen que significa un alivio real para miles de familias sanjuaninas. Sin embargo, en lugar de celebrarse el trabajo conjunto, el peronismo eligió enojarse.

Allende, que durante la campaña nunca apareció con el frente Fuerza San Juan, fue cuestionado por haberse mostrado con los referentes de Por San Juan, el espacio que lidera Marcelo Orrego. Pero lo cierto es que la foto mostró lo que la sociedad viene pidiendo hace tiempo: dirigentes que se sienten a resolver problemas, no a profundizar grietas.

Mientras algunos en el PJ miden la política por la cercanía a Uñac, otros prefieren medirla por los resultados. Y si el resultado es defender el bolsillo de los sanjuaninos, el diálogo debería ser un valor, no una traición.

En un país donde las diferencias partidarias suelen paralizar cualquier iniciativa, que diputados de distintos espacios se reúnan por una causa común debería ser una buena noticia. Pero para un peronismo más preocupado por las lealtades internas que por los beneficios concretos, la foto fue una ofensa.

Quizás lo que molesta no es la reunión, sino que la agenda de gestión —y el sentido común— ya no los tiene como protagonistas.