A veces conviene mirar el archivo para entender el presente. En agosto de 2022, cuando la Justicia recién empezaba a avanzar en serio sobre Cristina Fernández de Kirchner por la causa Vialidad, hubo dirigentes que no dudaron en salir a respaldarla públicamente. Entre los primeros en levantar la voz desde San Juan estuvieron Cristian Andino y Fabián Gramajo. Hoy ambos quieren ser diputados nacionales. Aquel apoyo no fue casualidad. Fue una elección política. Y sigue vigente.
En ese entonces, mientras el fiscal Luciani describía con detalle el esquema de corrupción, Andino salió a hablar de “persecución judicial”. Gramajo, más moderado, se sumó al mismo coro de respaldo. No esperaron el fallo. No pidieron explicaciones. No defendieron la Justicia. Defendieron a Cristina. Porque ese es el ADN político que comparten: el del kirchnerismo más cerrado, más obediente, más vertical.
Ahora, tres años después, ambos se preparan para competir por una banca en el Congreso el próximo 26 de octubre. Los une el pasado, pero los divide una sola pregunta: ¿quién encabeza la lista?
Andino es el candidato de Sergio Uñac, su asesor en el Senado y su vocero informal. El mismo Uñac que también marchó esta semana por Cristina. El mismo que sigue sin cuestionar una sola línea del modelo que terminó con condenas judiciales y rechazo social. Andino intenta mostrarse como un rostro fresco del peronismo, pero su archivo lo condena. Y no es el único.
Gramajo, por su parte, teje una alianza con Carlos Munisaga, el intendente de Rawson, en busca de volumen electoral propio. Pero también fue intendente dos veces bajo el paraguas de Uñac, fue candidato a vicegobernador de Gioja y ahora busca despegarse como si no tuviera nada que ver. ¿Renovación? Solo en los carteles.
Ambos dirigentes quieren representar a San Juan en el Congreso. Pero antes representaron —y siguen representando— a un modelo nacional que terminó condenado por corrupción. Hoy, como en 2022, siguen bancando a Cristina. La única diferencia es que ahora lo hacen en medio de una interna feroz, con encuestas que no favorecen a ninguno y con un PJ que intenta tapar sus fracturas con actos, abrazos forzados y discursos vacíos.
Andino y Gramajo pueden competir entre ellos. Pero los une lo esencial: los dos estuvieron —y están— del mismo lado. El de la impunidad, el del relato, el del “vamos a volver” mientras los bolsos volaban. Y eso, aunque intenten disimularlo, no se borra con una foto de campaña.
Porque antes de preguntarse quién va primero en la boleta, deberían preguntarse si los sanjuaninos todavía creen en candidatos que defienden a una condenada y se siguen aferrando al kirchnerismo como si nada hubiera pasado. Esa es la verdadera boleta que va a contar. Y esa, por suerte, la vota la gente.