A horas del cierre de listas, el frente Fuerza San Juan muestra su talón de Aquiles: el PJ quiere decidirlo todo desde la Mesa Ejecutiva, mientras sus socios menores reclaman lugar real y voz propia. No es ruido externo: Patria Grande, Convicción Federal, el MID y Libres del Sur salieron a desafiar el verticalismo y exigen participar en serio, no sólo poner la firma del frente y la foto de rigor.
El problema no es nuevo, pero ahora aprieta el reloj. Durante semanas se repitió el libreto: los tres casilleros se repartirían entre uñaquismo, giojismo y gramajismo. O sea, PJ puro: Cristian Andino, José Luis Gioja y Fabián Gramajo. El resto, a mirar. Esa “unidad” cerrada para adentro hoy se choca con aliados que no quieren ser furgón de cola de una boleta ya digitada.
La Mesa quiere orden; los socios piden representatividad. La cúpula promete amplitud; la tropa ve repartija. Resultado: un frente que se llama “Fuerza”, pero que llega fraccionado y con discusión abierta a la hora decisiva.
Si el PJ insiste con la idea de que “unidad” es unanimidad y que “apertura” es aplaudir lo que ya está decidido, el costo político será propio: una lista que nace corta, sin oxígeno y con la foto de siempre. Y la sociedad ya viene diciendo que a la foto de siempre no la quiere más.