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Published on: Editoriales

Gramajo no se resigna: el tercer puesto no es un gesto, es estrategia

En estos días empezaron a aparecer notas y rumores bien orquestados que intentan vender la idea de que Fabián Gramajo está haciendo un “gesto de grandeza” al aceptar ir tercero en la lista de diputados nacionales del PJ. Una campaña suave, casi lastimera, que quiere instalar la imagen del dirigente sacrificado, que “cede” por la unidad.

Pero conviene aclarar algo: Gramajo no es ningún mártir político. Es un operador con experiencia que está pensando en 2027, no en octubre de este año.

Porque mientras los medios amigos hablan de “acompañamiento” y de “gesto político”, la verdad es mucho más simple: no pudo con Uñac y Gioja, que impusieron a Cristian Andino en el primer lugar y a Graciela Seva en el segundo. Lo dejaron tercero, un lugar casi testimonial en un escenario de tercios. Pero lejos de pelear o romper, Gramajo elige agachar la cabeza… y esperar.

¿Por qué? Porque su apuesta no es ahora. Es más fría y más larga. Gramajo sabe que meterse en la lista, aunque sea al final, lo mantiene vivo en la rosca peronista. Lo deja con un pie adentro para el armado provincial. Lo posiciona como jugador para 2027, cuando sueña con ser candidato a gobernador o, al menos, a vice.

No hay renuncia a nada. No hay sacrificio real. Hay cálculo. Hay especulación. Y hay mucho de operación para que la gente compre la idea del pobre Gramajo marginado, cuando en realidad está haciendo exactamente lo que le conviene: quedarse cerca del fuego, aunque lo quemen un poco.

Mientras tanto, el PJ sigue demostrando que su idea de “unidad” es apretar a los díscolos, acomodar a los amigos y repartir lugares para contener ambiciones. Porque nada cambió: Uñac sigue manejando los hilos con Andino como su soldado fiel, Gioja mete su ficha con Seva, y Gramajo se conforma con un tercer puesto porque sabe que lo importante no es la elección de octubre… sino la de 2027.

Así que menos épica, menos llanto y menos “gestos de unidad”. Gramajo no es víctima. Es parte del juego. Y juega para él.