En 2013 y luego del accidente aéreo que lo dejó al borde de la muerte, uno de sus hombres más cercanos -Walberto Allende- le dijo: “ya hiciste mucho por San Juan, ahora dedícate a tu familia, a disfrutar de tus nietos”. Pero debieron pasar más de diez años para que ahora, el tres veces gobernador de la provincia esté pensando en tomar ese consejo.
Desde la caída del PJ en las elecciones del 2023, hay quienes reclamaron además que no se estaba leyendo lo que las urnas dijeron. Puertas adentro del partido consideraban que las mismas caras de siempre habían impactado en el electorado de manera negativa. Desde entonces y de cara a las Legislativas, se oyen voces que sostienen que si el peronismo no cambia los nombres está condenado al fracaso.
El lunes 17 de marzo hubo una reunión en la casona de la calle 25 de Mayo. Fue tras el insistente pedido de José Luis Gioja. El clima fue “de romance”, pero las convulsiones en el partido no cesan. Sin embargo, hay quienes entienden que hay que parar el desangre, ya que los portazos son cada vez más frecuentes. Tras el encuentro, dejaron trascender que si bien José Luis Gioja tenía ganas de ser candidato nuevamente, la salud le ponía algunas condiciones. Es por ello que de inmediato empezaron a instalarse algunas alternativas de cara a la contienda política. No es muy difícil imaginar que las opciones vendrán del círculo duro del giojismo y que tendrán el mismo apellido (Leonardo Gioja), o su socio político en los últimos comicios Fabián Gramajo.
Ambos esgrimieron en reiteradas oportunidades las mismas proyecciones: lograr la unidad en el PJ, que sea un partido con las puertas abiertas y que tenga buenas expectativas para el 2027. Palabras que son dardos apuntados directamente a Sergio Uñac y a sus aliados, a quienes les endilgan haber cerrado el partido y tener que rogar que lo abran para poder tener un encuentro como el del lunes.
Es evidente que hay una fractura expuesta en el PJ y que es la larga trayectoria política de José Luis Gioja la que está pesando en la balanza de una decisión que viene dilatando hace más de diez años. ¿Dará finalmente un paso al costado? ¿Este gesto es una invitación para que otros dejen de lado sus egoísmos y piensen en la unidad del partido? Cualquiera sea la respuesta, es hora de que los referentes partidarios pongan en práctica la escala de valores de todo peronista: primero la Patria, después el Movimiento y luego los hombres.