Hoy, a las 14 en Buenos Aires y a las 17 en San Juan, el peronismo volvió a dejar en claro cuáles son sus verdaderas prioridades: no la gente, no la provincia, no la Justicia. Marcharon por Cristina. Marcharon por una dirigente condenada por corrupción, no por los jubilados, ni por la inflación, ni por el desempleo. La consigna fue una sola: defender lo indefendible.
Desde San Juan salieron seis colectivos con unos 400 militantes rumbo a Plaza Lavalle, frente a la Corte Suprema de Justicia. Pagados por el PJ, organizados por los de siempre, movilizados para sostener una narrativa que ya no se cree nadie. Cristina fue condenada con pruebas, no con tweets. Pero en el universo peronista, si la Justicia no les conviene, se convierte en enemiga.
A las 17, en simultáneo con la movilización nacional, se hizo la réplica local. Otra marcha, otros carteles, los mismos nombres. Los dirigentes que no pisan un barrio si no hay cámaras, hoy salieron a gritar contra el Poder Judicial. Sergio Uñac marchó en Buenos Aires. Cristian Andino, en San Juan. ¿Y los sanjuaninos? Bien, gracias. Ni una palabra sobre los recortes, sobre la falta de oportunidades. La militancia no fue por ellos. Fue por ella.
Lo más llamativo es que esta movida no fue aislada. Formó parte de una estrategia de reconstrucción del PJ de cara a las elecciones del 26 de octubre, donde se renuevan tres bancas nacionales. Mientras todavía no logran ordenar internas ni consensuar un candidato único, ya están cerrando alianzas con el Frente Grande y partidos de origen comunista. El mismo peronismo que habla de “amplitud” termina abrazado a espacios que hace apenas unos años tildaban de marginales. Todo para juntar votos. Todo, menos coherencia.
El peronismo sanjuanino parece atrapado en su propio laberinto. No sabe cómo responder a la caída de su modelo, ni cómo procesar el desgaste que arrastran figuras como Gioja, Uñac o Andino. Entonces hace lo único que sabe hacer: mirar hacia arriba, hacia Buenos Aires, y repetir lo que les dicen. Aunque eso implique defender a una condenada.
Y mientras tanto, la mayoría de los sanjuaninos, según las encuestas, respaldó el fallo de la Corte Suprema. Porque la gente está harta. Porque ya no hay relato que tape los bolsos, las obras direccionadas, las causas judiciales ni los pactos de impunidad.
Hoy el PJ marchó por Cristina. Pero en octubre, los sanjuaninos van a votar pensando en San Juan. Y ahí, ningún colectivo ni cartel los va a salvar. Porque el tiempo de las excusas ya se terminó. Y el de las consecuencias, ya empezó.
