El peronismo sanjuanino sigue jugando un partido sin arquero. Esta vez, fue el Consejo del PJ el que demostró que no hay ideas, ni conducción, ni voluntad real de ordenar el caos interno. En vez de trazar un camino, definir estrategias o proyectar candidaturas, decidieron tirarle la pelota a los intendentes. Total, que ellos se hagan cargo.
La decisión de que los jefes comunales tengan la responsabilidad de definir la fecha de las elecciones internas no es una señal de apertura, sino de desorientación. Porque si hay algo que necesita el peronismo sanjuanino hoy es conducción, no más reparto de culpas. Y si hay algo que no tiene el Consejo del PJ es liderazgo.
El peronismo estuvo 20 años en el poder. Supo manejar estructuras, disciplinar territorios y centralizar decisiones. Pero hoy, después de la derrota, lo único que centraliza es la incertidumbre. Nadie sabe quién conduce. Nadie sabe quién decide. Y mientras tanto, cada dirigente juega su propio partido, piensa en su boleta, y se olvida del colectivo.
La realidad es simple: sin unidad, sin autocrítica y sin una cabeza política clara, el PJ está condenado a seguir perdiendo. La sociedad ya no tolera estructuras vacías ni roscas sin contenido. Y mucho menos partidos que se esconden detrás de los intendentes para no pagar el costo de decidir.
El Consejo del PJ no definió nada. Se lavó las manos y pateó la pelota para adelante. Lo único que logró fue confirmar lo que todos ya sabían: en el peronismo, nadie manda y todos se cuidan. Un modelo de conducción que, si sigue así, no va a durar mucho más. Al menos, en las urnas.
