Qué lejos quedó el dogma no escrito que jubilaba inmediatamente y de manera automática a un justicialista caído en elección. Los tiempos han cambiado y a ahora se han convertido en quistes enraizados, difícil de extirpar. No sólo eso, sino que uno de ellos, aun no gozando de buena salud no oculta sus intenciones de encabezar el listado de candidatos a diputados. El otro, pese a una caída estrepitosa en número de votos y de virajes y contra virajes no suelta las riendas del partido. “El poder es como una droga”, dicen por ahí, al tiempo que agregan, “es muy difícil de dejar”.
Sin embargo, siempre hay alguno que otro con vocación previsional y en este caso también son dos. El tándem construido entre el exintendente de Chimbas Fabián Gramajo y el actual jefe comunal de Rawson Carlos Munisaga no oculta esas intenciones. Uno más moderado que otro, pero ambos con la misma aspiración. La diferencia radica en los objetivos. Uno (el del Norte) piensa en lo inmediato, en meterse en la boleta hacia las Legislativas de octubre. El del Sur tiene su mirada puesta en el 2027, sabe que si el PJ no se reconstruye serán cuatro largos años más.
Construir poder es el desafío, pero es difícil encontrar por dónde empezar. La desconfianza lo ha tomado todo y la grieta -esa de la que se valió el Justicialismo y el Kirchnerismo- ahora se les instaló en la casa. No es fácil coincidir, pero lo que no une el amor, lo une el espanto. Habrá que ver cuánto dura esa alianza.
“Hay tiempo” repiten a modo de mantra, esperando el momento adecuado para tomar alguna decisión. Mientras tanto, la tibieza se apodera del escenario y se sabe que esa temperatura no es adecuada para nada.
El escenario mundial, con la muerte del Papa Francisco ha obligado al tablero político a entrar en un compás de espera. Agazapados, pero listos para la acción, cada uno de los bandos espera para retomar la carrera. ¿En el frente del PJ hay que cuidarse la espalda en la trinchera propia?, ¿quién es quién en ese frente? ¿hay sabios u obstinados? Quienes quieran asumir ese reto, deberán estar dispuestos al menos a encadenar al monstruo de dos cabezas, o seguir esperando a costa de las pérdidas para el partido.
