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Published on: Municipales

Analizan alternativas para reubicar a los manteros tras el desalojo

Luego de la reciente medida que desalojó a vendedores ambulantes, revendedores y carros pancheros del Parque de Mayo y sus alrededores, la Municipalidad de la Capital está evaluando diversas opciones para ofrecerles una nueva ubicación que les permita continuar con su actividad comercial. Entre las alternativas en estudio, se destacan el Parque Belgrano, sobre Avenida España, y las calles internas del propio Parque de Mayo.

Según fuentes municipales, la intención principal es regularizar la situación de estos comerciantes, permitiendo que operen de manera ordenada y, eventualmente, abonando una tasa por el uso del espacio público. Desde el municipio aseguran que se busca una solución equitativa que contemple tanto los derechos de los vendedores como la necesidad de garantizar espacios de esparcimiento libres para los ciudadanos.

Las autoridades han iniciado mesas de diálogo con los trabajadores afectados, quienes manifestaron su disposición a cumplir con las regulaciones para seguir ejerciendo su actividad. En ese sentido, uno de los objetivos principales es liberar sectores clave como veredines, zonas de juegos y paseos del Parque de Mayo y Plaza España, garantizando su función recreativa.

El proyecto de reubicación está siendo trabajado en conjunto entre el municipio y el Gobierno provincial, ya que la administración del Parque de Mayo corresponde a la Dirección de Espacios Verdes, una dependencia provincial.

Un universo de más de 400 vendedores

De acuerdo con información municipal, la cantidad de vendedores informales que necesitan reubicación ha ido creciendo en los últimos años, superando actualmente los 400. Estos se dividen en tres grupos principales.

“Al principio eran unos pocos, pero ahora somos al menos 60 cada fin de semana, y en algunas fechas llegamos a ser 100. Hay jubilados, madres solteras, personas con discapacidad y estudiantes que dependen de este ingreso para subsistir”

Uno de ellos es el de los carros pancheros, que cuenta con alrededor de 15 integrantes. Este sector, considerado uno de los más organizados, ha expresado su disposición a pagar una tasa por el uso del espacio público. En relación con este grupo, el Concejo Deliberante tiene en evaluación un proyecto de ordenanza que busca regular el funcionamiento de los food trucks y carros gastronómicos en la ciudad.

Otro grupo lo conforman los vendedores de ropa usada, quienes hasta el desalojo operaban en Plaza España y sobre calle San Luis. Desde el municipio se considera que esta actividad no representa un comercio ilegal, ya que la mercadería ya tuvo una facturación previa. Para ellos, se analiza la posibilidad de integrarlos en ferias municipales junto a artesanos o en las Ferias Persas ubicadas en Avenida Rioja y calle Laprida.

El tercer grupo es el de los revendedores, quienes ofrecen artículos de telefonía, electrónica, ropa y accesorios. Estos vendedores suelen instalarse en el Parque de Mayo los fines de semana y provienen mayormente de departamentos como Caucete, Rawson y Chimbas. Ante esta situación, se plantea que cada municipio asuma la responsabilidad de organizar y regular a los vendedores de su jurisdicción, facilitando espacios adecuados para su actividad.

Un recurso para sobrellevar la crisis

El crecimiento del comercio informal en los espacios públicos responde a la necesidad económica de muchas familias. Nerea Molina, una estudiante de 29 años que vende ropa de segunda mano en Plaza España, destacó que el número de manteros se ha incrementado considerablemente en los últimos dos años. “Al principio eran unos pocos, pero ahora somos al menos 60 cada fin de semana, y en algunas fechas llegamos a ser 100. Hay jubilados, madres solteras, personas con discapacidad y estudiantes que dependen de este ingreso para subsistir”, explicó. Además, aseguró que los vendedores están dispuestos a reubicarse y cumplir con las normativas que establezca el municipio con tal de seguir trabajando.

El debate sobre la reubicación de los manteros continúa abierto, mientras las autoridades buscan una solución que garantice orden y equidad en el uso del espacio público.