A un mes del fallecimiento de Carolina Campillay, su familia exige que se investiguen las causas de su deceso, convencidos de que un error médico pudo haber sido el desencadenante de la tragedia.
El 20 de febrero se cumplió un mes de la inesperada muerte de Carolina Campillay, una joven de 20 años que se encontraba internada en el Hospital de Pocito. Lo que en un principio parecía un cuadro de dengue derivó en un desenlace fatal, lo que despertó serias sospechas en su familia, que decidió denunciar a los profesionales que la atendieron por presunta mala praxis.
Inés Fernández, madre de Carolina, expresó su profundo dolor y su incertidumbre ante lo ocurrido. «Mi hija era una joven sana, trabajadora y deportista. No entendemos cómo pasó de estar bien a morir de un momento a otro», sostuvo en diálogo con Tiempo de San Juan. La mujer asegura que su hija conversó con su hermano y amigos la noche del 19 de enero y, apenas unas horas después, fue informada de su fallecimiento.
«Mi hija era una joven sana, trabajadora y deportista. No entendemos cómo pasó de estar bien a morir de un momento a otro. Queremos saber qué pasó, necesitamos respuestas»
Uno de los puntos que refuerzan sus sospechas es la confusión que se produjo en el hospital en torno a la identidad de la fallecida. Según relata la familia, Carolina compartía habitación con otra paciente del mismo nombre y, al comunicarles la noticia, los médicos inicialmente se habrían referido a la otra persona. Además, denuncian que hubo resistencia para realizar una autopsia y que se emitieron dos certificados de defunción con causas distintas, lo que motivó la intervención de la Justicia.
La investigación está a cargo de la UFI de Delitos Especiales, encabezada por el fiscal Francisco Pizarro, quien aguarda los resultados de los estudios forenses. Estos peritajes serán clave para determinar si la joven sufría alguna patología preexistente o si, como sospecha la familia, hubo un error médico que desencadenó su muerte.
Mientras tanto, la comunidad de Carpintería sigue de cerca el caso, apoyando el reclamo de la familia de Carolina, quien era muy querida por sus compañeros de hockey, de fútbol y por sus amigos del folclore. «Queremos saber qué pasó, necesitamos respuestas», insistió su madre, quien aseguró que no descansarán hasta obtener justicia.
