El Servicio Penitenciario de San Juan avanza con la instalación de nuevos espacios modulares destinados a alojar a personas privadas de la libertad con delitos menores y condenas cortas. Estos módulos, que ya comenzaron a colocarse, representan una alternativa para paliar la sobrepoblación que afecta al Penal de Chimbas desde hace tiempo.
En total, se incorporarán ocho módulos con capacidad para albergar hasta 96 internos. Cada uno de estos espacios, similares a los que se utilizan en la industria minera, contará con separadores que garantizan un mínimo de privacidad y condiciones de habitabilidad básicas.
Además, se está finalizando la obra del nuevo Sector 5, que podrá alojar a otras 232 personas. En conjunto, ambas iniciativas permitirán ampliar la capacidad del penal en más de 300 plazas.
Según el director del Servicio Penitenciario, Carlos Suárez, se espera que estos nuevos espacios estén operativos dentro de 45 a 60 días. Estarán destinados a personas con penas de hasta seis meses de prisión, procesadas bajo el nuevo sistema acusatorio.
En cuanto a la seguridad, cada módulo contará con un perímetro vallado, puestos de control, cámaras de vigilancia y presencia permanente del personal penitenciario. Aunque el material no es el mismo que el de las construcciones tradicionales, se trata de estructuras reforzadas que buscan mantener condiciones seguras.
Por otro lado, Suárez informó que se gestiona la incorporación de dos nuevos escáneres, uno para personas y otro para bolsos, como parte de los controles en el nuevo sector. En cambio, descartó por ahora el uso de inhibidores de señal por posibles interferencias con zonas aledañas. Mientras tanto, continúan los operativos de requisa para prevenir el uso de celulares no autorizados en los pabellones.
