La empresa de transporte público Albardón SRL volvió a ser blanco de actos vandálicos en el departamento de Chimbas. En apenas cinco días, entre el 15 y el 20 de julio, diez de sus colectivos sufrieron roturas de vidrios provocadas por pedradas. El episodio más crítico ocurrió en una sola noche, cuando cinco unidades fueron atacadas en la zona norte del departamento.
Desde la firma explicaron que estos hechos no son nuevos, pero sí cada vez más frecuentes durante el invierno y en horarios específicos: entre las 19 y las 23 horas. “En muchas oportunidades, los choferes resultan heridos y también hemos tenido pasajeros lesionados. Hubo un caso en el que una piedra impactó cerca de un bebé”, indicó Viviana López Puerta, gerenta general de la empresa.
El protocolo de seguridad que se activa en estos casos contempla detener la unidad, solicitar presencia policial y asistir a los afectados. Sin embargo, desde la empresa advierten que muchas veces no hay denuncias porque no se registran heridos, por lo que muchos de estos episodios quedan sin documentación oficial.
“Nos preocupa la seguridad de quienes trabajan y usan el servicio. Una vez que tiran la piedra, ya es tarde. Por eso necesitamos acciones más fuertes de prevención”
López Puerta también comentó que mantienen reuniones con comisarías locales para planificar medidas preventivas, pero reconoció que la presencia policial en las zonas de riesgo es limitada. “Una vez que tiran la piedra, ya es tarde. Por eso necesitamos acciones más fuertes de prevención”, aseguró.
Ante la reiteración de ataques, la empresa consideró incluso modificar recorridos o evitar ciertas zonas. “A veces uno se pregunta si vale la pena seguir ingresando a lugares donde no cuidan el transporte que los lleva todos los días”, expresó la gerenta, aunque aclaró que cualquier cambio debe ser aprobado por Tránsito y Transporte de San Juan.
Mientras tanto, siguen evaluando alternativas junto a autoridades provinciales y organizaciones barriales, con la esperanza de frenar una situación que no solo implica pérdidas materiales, sino también un peligro real para quienes viajan cada día. “Nos preocupa la seguridad de quienes trabajan y usan el servicio”, concluyó.