Con la aprobación del primer proyecto minero bajo el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), el Gobierno nacional marcó un punto de partida para el desarrollo de inversiones a gran escala en el sector. El anuncio lo realizó el secretario coordinador de Energía y Minería, Daniel González, durante la feria ArMinera 2025.
Se trata del emprendimiento Rincón Litio, de la empresa Rio Tinto, que operará en Salta con una inversión estimada en 2.700 millones de dólares. La planta producirá carbonato de litio en etapas, apuntando a una producción industrial que podría consolidarse como una de las más relevantes del país.
Con esta aprobación, el RIGI suma su primer proyecto minero, luego de haber avanzado en iniciativas energéticas como el parque solar en Mendoza, el oleoducto sur de Vaca Muerta y el desarrollo de exportación de gas por barco desde Río Negro.
En paralelo, en San Juan crecen las expectativas —y también las inquietudes— dentro del sector minero, ya que aún no hay confirmaciones sobre los proyectos que solicitaron incorporarse al régimen: Gualcamayo, Los Azules y Veladero, este último con expresiones públicas de interés.
La preocupación en el sector radica en que había al menos siete proyectos mineros presentados para ingresar al RIGI, pero solo uno fue aprobado hasta el momento. “Era un tema que ya empezaba a generar ruido en las empresas”, admitió González.
Más allá del caso puntual de Salta, el anuncio reavivó el debate sobre el ritmo de aprobación de proyectos y la necesidad de que provincias mineras como San Juan puedan acceder pronto al régimen. Desde el sector privado señalan que, con reglas claras y estabilidad jurídica, la minería podría cuadruplicar sus exportaciones hacia 2035 y superar los 10.000 millones de dólares anuales hacia 2028.
Consultado sobre las dificultades que arrastró el sector en los últimos años, González apuntó de lleno a las restricciones cambiarias: “El cepo fue el principal factor que limitó la competitividad, más allá del tipo de cambio en sí”.
Mientras tanto, economistas y empresarios trazan un escenario ambicioso para la próxima década, con un potencial de 30.000 millones de dólares en inversiones y 20.000 millones en exportaciones gracias al litio, el cobre y las condiciones que propone el RIGI. No obstante, todavía quedan dudas sobre cómo se cubrirá el “puente” entre la situación actual y ese futuro prometedor. En San Juan, ese puente se espera con impaciencia.