El bolsillo de los sanjuaninos tuvo un leve respiro durante mayo gracias a una baja considerable en los precios de las verduras de hoja. Según confirmaron productores locales, alimentos como la acelga y la lechuga registraron una caída de hasta el 40% en su valor en las últimas semanas. En algunos casos, incluso se consiguen más baratos que en 2024.
La explicación, afirman los chacareros, está en una combinación de factores: un otoño inusualmente cálido, exceso de oferta en las ferias y una demanda que viene floja desde hace meses. “El clima permitió que convivan productos de verano e invierno, y con menos ventas, los precios tuvieron que ajustarse para poder colocar la mercadería”, detalló Sergio López, presidente de la Sociedad de Chacareros.
Así, se dieron situaciones llamativas: un atado de acelga que en mayo del año pasado costaba $400, hoy se consigue a $250; y una jaula de lechuga que llegó a valer hasta $6.000, ahora ronda entre los $2.000 y $3.000. También hubo bajas en el verdeo y otros productos frescos.
López aclaró que esta baja no responde a una mejora general en la economía, ya que los costos de producción siguieron en aumento. “Lo que pasa es que muchos productores plantaron más esperando buenas ventas y no se dieron. Para no perder todo, bajaron precios”, explicó.
Sin embargo, esta ventana de precios accesibles podría cerrarse pronto. Con la llegada de las heladas, los cultivos de clima cálido desaparecerán y quedará solo la producción invernal, lo que limitará la oferta. “Esperamos una recuperación de precios en junio, no para ganar más, sino para recuperar lo perdido por la inflación”, dijo el referente agrícola.
Acuerdo por el agua en invierno
En paralelo, los chacareros venían reclamando mejores condiciones de riego para los meses fríos, ya que la corta de canales había reducido drásticamente los turnos. Ayer, López confirmó que lograron un acuerdo con las autoridades hídricas: tendrán dos o tres días de riego cada 20 días. Esto permitirá sostener la producción de invierno de más de 300 pequeños productores, especialmente los que no cuentan con pozos de agua o tienen dificultades para operar con recursos subterráneos.