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Published on: Provinciales

El fin del cepo cambiario impulsa la economía sanjuanina, según el ministro de Producción

El ministro de Producción de San Juan, Gustavo Fernández, consideró que la eliminación del cepo al dólar anunciada por el ministro de Economía nacional, Luis Caputo, representa una medida favorable para sectores clave de la economía provincial, como la agroindustria, la industria y la minería.

Fernández sostuvo que la posibilidad de acceder al dólar sin restricciones tendrá efectos positivos para la producción local, especialmente en un contexto donde muchas de las actividades económicas sanjuaninas están orientadas a la exportación. “San Juan depende en gran medida de las ventas al exterior, y tener un tipo de cambio más competitivo mejora notablemente la situación de nuestros productores”, afirmó.

En ese sentido, puso como ejemplo a la vitivinicultura, una de las principales actividades exportadoras de la provincia. “Cerca del 60% de la uva que se produce en San Juan se exporta. Con esta nueva política cambiaria, nuestros productores ganan en competitividad y en previsibilidad”, explicó el funcionario.

Además, el ministro señaló que esta medida también puede ayudar a frenar la entrada de productos importados, lo cual beneficiaría a la industria nacional. “Con un dólar más accesible para todos y sin trabas, se equilibra el terreno de juego y los productores locales pueden competir en mejores condiciones”, agregó.

“Con un dólar más accesible para todos y sin trabas, se equilibra el terreno de juego y los productores locales pueden competir en mejores condiciones”

Respecto a la minería, Fernández destacó que este sector podría verse especialmente beneficiado si la estabilidad económica se mantiene. “La minería necesita reglas claras y previsibilidad para atraer inversiones. La salida del cepo y el acuerdo con el FMI abren una puerta importante para que eso ocurra”, comentó.

Por último, el titular de Producción habló sobre las implicancias a nivel nacional, reconociendo que si bien la medida puede traer beneficios como la llegada de capital extranjero y la reactivación del comercio, también podría tener efectos secundarios. “Hay que ser prudentes, porque una devaluación podría trasladarse a precios y golpear el bolsillo de los argentinos”, advirtió.

De todos modos, se mostró optimista y apuntó que muchos precios ya estaban inflados con una expectativa de un dólar más alto, por lo que existe margen para absorber el impacto. “Algunos importadores ya habían fijado sus valores considerando un dólar a $1.500, que nunca se alcanzó. Eso da cierto colchón para evitar un traslado total a precios”, concluyó Fernández.