Después de casi tres décadas sin intervenciones de este tipo, el dique Cuesta del Viento se someterá a una renovación fundamental para mejorar la eficiencia del sistema de riego en los departamentos de Iglesia y Jáchal. Se trata del reemplazo de la válvula encargada de regular la salida de agua, lo que permitirá un ahorro de hasta el 57% del recurso hídrico.
El proyecto, impulsado con fondos provenientes del fideicomiso minero de Veladero, busca mejorar la gestión del agua mediante la instalación de una nueva válvula de chorro hueco. Esta modernización hará posible un manejo más preciso del caudal, evitando pérdidas innecesarias y asegurando que el agua disponible sea utilizada de manera más eficiente en el sector agrícola. Se estima que esta intervención tendrá un costo de 560 millones de pesos.
Además del cambio de la válvula de riego, el plan de mejoras incluye la optimización del descargador de fondo, una obra que será coordinada por la Dirección de Recursos Energéticos y que aún está en proceso de licitación. Ambas iniciativas se desarrollarán en paralelo para minimizar el impacto en la operatividad del embalse.
Desde el EPSE, organismo encargado del reemplazo de la válvula, explicaron que el nuevo mecanismo permitirá ajustar el caudal con mayor precisión. Actualmente, el sistema existente obliga a liberar un mínimo de 11 metros cúbicos de agua por segundo, cuando en realidad la demanda oscila entre 7 y 9 metros cúbicos. Con la actualización, el volumen mínimo de descarga se reducirá a 4 metros cúbicos, brindando un mayor control sobre la distribución del agua y evitando desperdicios.
Otro de los beneficios de la modernización es la incorporación de tecnología digital para la operación del sistema. Con ello, se agilizará el proceso de ajuste del caudal y se implementarán sensores de medición que permitirán monitorear en tiempo real la cantidad de agua liberada, detectando posibles pérdidas o desajustes.
Se prevé que la instalación de la nueva válvula tome aproximadamente nueve meses, desde su fabricación hasta su puesta en funcionamiento. A diferencia de una reparación, este cambio estructural no requerirá interrumpir el suministro de agua para riego, ya que el componente será construido en un taller y luego instalado en el dique.
Esta obra representa un paso clave en la modernización del sistema hídrico de la provincia, asegurando una mejor administración del recurso y brindando mayor seguridad operativa a una de las infraestructuras más importantes del norte sanjuanino.