El Gobierno de San Juan tiene listo un ambicioso proyecto de ley para reformar el sistema de transporte y tránsito. La iniciativa será enviada a la Cámara de Diputados en los próximos días y propone una transformación integral, desde la regulación de plataformas digitales hasta la reducción de cargas económicas para choferes.
Emilio Achem, secretario de Gobierno, confirmó que el texto ya fue finalizado y se encuentra en poder del gobernador. “Estamos en proceso de socialización con los diputados y los sectores involucrados para poder avanzar en su tratamiento legislativo”, explicó.
La normativa busca actualizar el marco legal provincial frente a los cambios que ha experimentado el transporte a nivel nacional e internacional. En este sentido, se contempla la incorporación de aplicaciones como Uber y Didi dentro de un sistema regulado. No se trata de prohibirlas, sino de establecer condiciones claras: choferes con carné profesional, vehículos con seguro, RTO vigente y no más de diez años de antigüedad.
Uno de los ejes centrales del proyecto es el alivio económico para quienes trabajan en el sector, especialmente taxistas y remiseros. Al reducir los costos de operación, se espera que los beneficios lleguen al usuario final con tarifas más competitivas y mayor calidad en el servicio. “La idea es que el pasajero viaje seguro, con un profesional al volante, y a un precio accesible”, subrayó Achem.
“Cuando alguien puede moverse con libertad para trabajar o hacer actividades, eso impacta en toda la economía”
Además, el proyecto aborda una problemática histórica: el negocio concentrado de las licencias. La nueva ley buscará desactivar estas estructuras monopólicas que, según denuncias de trabajadores del sector, encarecen el trabajo diario. “Hay que abrir el mercado y hacerlo más justo”, señaló el funcionario.
La medida también tiene una dimensión económica más amplia. Desde el Ejecutivo provincial sostienen que un sistema de transporte más ágil y accesible dinamiza otros sectores, como el turismo, el comercio y el empleo. “Cuando alguien puede moverse con libertad para trabajar o hacer actividades, eso impacta en toda la economía”, afirmó Achem.
El espíritu de la reforma, según el funcionario, es adaptarse a los nuevos tiempos sin dejar a nadie atrás. “Así como desaparecieron los videoclubes o los locutorios por la llegada de nuevas tecnologías, el transporte también necesita evolucionar. La clave es que todos puedan integrarse a este nuevo escenario”, concluyó.