San Juan se suma a la lista de provincias preocupadas por la reciente decisión del Gobierno nacional de disolver la Dirección Nacional de Vialidad mediante decreto. Durante una rueda de prensa, Marcelo Orrego manifestó su inquietud por la falta de información clara sobre el futuro de la repartición y cómo impactará en obras clave para la provincia.
“No hay definiciones claras. Hay una cláusula que dice que todo sigue igual hasta la reestructuración, pero nadie sabe cómo se hará. Ni yo, ni los otros gobernadores, ni los jefes regionales”, remarcó Orrego.
El mandatario sanjuanino hizo especial hincapié en el mal estado de rutas fundamentales como la Ruta Nacional 40, en su tramo norte, y la Ruta 20, las cuales describió como “intransitables”. Según explicó, la provincia no cuenta con recursos suficientes para afrontar las reparaciones por su cuenta, y advirtió que la comunicación con Nación está prácticamente cortada.
También comentó que las autoridades de Vialidad Nacional convocaron a todos los responsables regionales a una reunión para intentar clarificar cómo seguirá el esquema de trabajo. “Lo que se entiende hasta ahora, aunque es solo una impresión personal, es que Vialidad dejaría de existir como tal y pasaría a ser un Instituto de Caminos Nacionales”, señaló Orrego.
El gobernador insistió en la necesidad de obtener respuestas concretas que permitan garantizar la seguridad vial y la continuidad de los proyectos en marcha. “La preocupación es grande. Las rutas están deterioradas y no tenemos competencia directa para actuar. Necesitamos definiciones urgentes para dar soluciones”, concluyó.
