El Ente Provincial Regulador de la Energía (EPRE) comenzó a delinear el plan de obras que se ejecutará en el próximo quinquenio (2026-2030). La estrategia contempla la modernización de la red, la incorporación de tecnología digital, una mayor resiliencia del sistema y la integración de nuevos usos como la generación distribuida y los vehículos eléctricos.
Entre las novedades figura la instalación de medidores inteligentes, que permitirán conocer de inmediato los cortes de servicio y mejorar el control del consumo en los hogares. Este cambio alcanzaría a más de 200.000 usuarios y demandaría una inversión estimada de entre 40 y 60 millones de pesos.
El diseño del plan se realiza mediante audiencias públicas abiertas, en las que se definen prioridades de inversión, metodologías de trabajo para las distribuidoras y mecanismos de financiamiento. Según explicaron desde el EPRE, la proyección busca preparar la red para acompañar el posible impacto de los proyectos de cobre, que podrían generar un salto en la demanda eléctrica, tal como ocurrió con el inicio de la minería de oro en Veladero.
Las resoluciones finales se conocerán a principios de 2026, cuando quede definido el paquete de obras y la manera de financiarlas.
