Las denuncias por grooming —acoso sexual ejercido por adultos hacia menores a través de internet— se dispararon en San Juan. En apenas un año, los casos crecieron un 278%, según informó el fiscal Pablo Martín, a cargo de la UFI de Delitos Informáticos y Estafas del Ministerio Público Fiscal.
“Solo en el último mes ingresaron unas 40 causas, cuando durante todo 2024 habíamos tenido alrededor de 20. El aumento es muy fuerte”, explicó Martín, quien además estimó que, de mantenerse la tendencia, las denuncias podrían crecer hasta un 400% para fin de 2025.
Desde hace dos meses, esta unidad fiscal incorporó entre sus competencias la investigación de grooming. Las denuncias pueden presentarse directamente en las comisarías, en la fiscalía o a través de reportes realizados por las propias plataformas digitales. “En algunos casos, son los mismos menores quienes se animan a denunciar”, señaló el fiscal.
Martín detalló que gran parte de los reportes proviene del National Center for Missing & Exploited Children (NCMEC) de Estados Unidos, que trabaja junto a empresas como Meta o TikTok, obligadas por ley a monitorear posibles contenidos de índole sexual o conductas sospechosas. “Los informes llegan primero a Buenos Aires y luego se derivan a cada provincia, en este caso a San Juan”, precisó.
La psicóloga Carolina Tamagnini, del Poder Judicial de San Juan, explicó que el grooming constituye una forma grave de violencia digital. “El acosador, o groomer, suele esconderse tras un perfil falso para ganarse la confianza del menor. Se hace pasar por un par y luego avanza con pedidos de fotos o contenido sexual. Si la víctima se niega, la amenaza con difundirlo”, advirtió.
Tamagnini subrayó la asimetría de poder en estos vínculos: “El niño o adolescente queda atrapado en una situación de miedo y vergüenza, lo que dificulta la denuncia”.
Por su parte, el fiscal Martín insistió en la importancia de la prevención como principal herramienta para frenar el delito. “Tenemos que trabajar juntos, especialmente en educación digital y acompañamiento familiar. Hay que enseñar a los chicos a protegerse y a los adultos a detectar señales de alerta”, concluyó.
El incremento de casos pone de relieve la necesidad de reforzar la educación digital en escuelas, fortalecer el control parental y mejorar la coordinación entre familias, docentes y el sistema judicial.
