Mientras San Juan se enfrenta por otro año consecutivo a la amenaza de la polilla de la vid, el esfuerzo por contener la plaga se ve debilitado por un dato alarmante: apenas el 25% de los productores realiza las fumigaciones necesarias en sus viñedos. La situación pone en jaque la efectividad de la campaña oficial, que este año será financiada exclusivamente con recursos provinciales.
El año pasado, la provincia desembolsó cerca de $930 millones para sostener la campaña fitosanitaria, una cifra que se cubrió con fondos remanentes de Nación. Sin embargo, para esta nueva temporada no habrá asistencia nacional, por lo que la totalidad del presupuesto deberá salir del tesoro local. Aún resta definir cuánto se destinará este año, teniendo en cuenta la inflación y otras variables que inciden directamente en los costos.
Desde la Dirección de Sanidad Vegetal, dependiente del Ministerio de Producción, informaron que en la campaña 2024 se intervinieron 45.700 hectáreas, lo que representó un crecimiento del 38,5% respecto al año anterior. Este avance fue posible gracias a la incorporación de nuevas tecnologías como drones y el uso de aviones para la aplicación aérea de insecticidas.
“Hoy por hoy, sólo unas 10.000 hectáreas de viñedos son fumigadas por los dueños de las fincas. Esa cifra es preocupante, porque la única aplicación válida para Senasa es la que realiza el productor”
No obstante, estos esfuerzos estatales sólo complementan el verdadero pilar del control de la plaga: la aplicación que deben realizar los mismos productores con el producto que les entrega el Gobierno. “Hoy por hoy, sólo unas 10.000 hectáreas de viñedos son fumigadas por los dueños de las fincas. Esa cifra es preocupante, porque la única aplicación válida para Senasa es la que realiza el productor”, señaló Pablo Plana, director de Sanidad Vegetal.
Plana subrayó que la Lobesia Botrana es una plaga instalada en la provincia y que no puede erradicarse, sólo mantenerse bajo control mediante tratamientos constantes. En ese marco, desde la Dirección se realizan capacitaciones mensuales en conjunto con el INTA y Senasa, pero la respuesta del sector sigue siendo escasa.
En paralelo, esta semana se llevó a cabo una reunión entre el Gobierno y la Asociación de Viñateros Independientes. En el encuentro, se debatieron temas clave para el presente del sector: el acceso a créditos locales, los efectos de las políticas nacionales en el mercado del vino, y los elevados costos energéticos que afrontan los productores. Del lado gubernamental participaron el ministro de Producción, Gustavo Fernández; el secretario de Coordinación para el Desarrollo Económico, Alfredo Aciar; y el director de Desarrollo Vitivinícola, Juan Carlos Hidalgo. Por parte de los productores, encabezó la delegación el presidente de la Asociación, Juan José Ramos.
El Gobierno busca sostener el sistema productivo local ante un contexto económico nacional complejo, pero advierte que sin un mayor compromiso de los productores en la lucha contra la Lobesia, los avances podrían verse comprometidos.