Las intensas precipitaciones registradas en San Juan durante el fin de semana cambiaron el panorama hídrico en la provincia. En algunos departamentos cayeron entre 40 y 55 milímetros de agua, un volumen inusual para esta época del año y muy superior al promedio habitual.
El fenómeno, que afectó también a gran parte del centro-oeste del país, dejó consecuencias negativas para miles de familias sanjuaninas, pero significó un alivio para los suelos productivos, que recibieron una importante carga de humedad.
Ante este escenario, el Consejo de Hidráulica —integrado por representantes del Gobierno y de los regantes— debatirá si se extiende el corte programado en el sistema de riego, que comenzó el 30 de agosto y debía finalizar el 3 de septiembre. La medida permitiría ahorrar recursos de los diques, que todavía presentan niveles bajos pese a superar las cotas mínimas de seguridad.
El secretario de Agricultura, Miguel Moreno, señaló que la suspensión adicional del riego “es vista con buenos ojos”, aunque aclaró que la definición final corresponde al Consejo.
Los especialistas también analizan el impacto de la tormenta sobre los cultivos. Si bien el exceso de agua no representaría un riesgo sanitario grave para producciones como la vid, el pistacho y el olivo, se mantienen en observación los frutales que ya iniciaron su etapa de floración.
En paralelo, el temporal afectó a más de 5.000 familias en distintos departamentos, lo que obligó a desplegar operativos de asistencia y colectas solidarias.
